
Mario
Botta
Mario Botta (n. 1943)
Arquitectura esencial, geometría radical y diseño con alma estructural
Mario Botta es uno de los grandes arquitectos suizos contemporáneos y una figura clave en el panorama del diseño del siglo XX. Nacido en Mendrisio, Suiza, en 1943, se formó como dibujante técnico antes de estudiar en el Istituto Universitario di Architettura di Venezia (IUAV), donde tuvo como profesores a Carlo Scarpa y Giuseppe Mazzariol, y trabajó junto a Le Corbusier y Louis Kahn, dos influencias fundamentales en su pensamiento arquitectónico.
Su arquitectura, reconocida por su rigor geométrico, uso expresivo de los materiales y una búsqueda constante de trascendencia espacial, se ha materializado en proyectos emblemáticos como el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA), la Catedral de Évry en Francia, o la Sinagoga Cymbalista en Tel Aviv. La obra de Botta se caracteriza por formas puras y contundentes —círculos, cilindros, cuadrados— que se integran con sensibilidad en el paisaje o el entorno urbano, transmitiendo una fuerte dimensión simbólica.
Su incursión en el diseño de mobiliario nace de la misma lógica constructiva que define su arquitectura: la necesidad de crear objetos que dialoguen con el espacio, sin perder autonomía escultórica. A partir de los años 80, Mario Botta comenzó a colaborar con firmas como Alias, Artemide o Skipper, diseñando piezas que revelan una conexión directa entre forma, función y estructura. Ejemplo de ello son la silla Seconda (1982), con su respaldo cilíndrico y asiento metálico perforado, o la butaca Prima, ambas concebidas como pequeñas arquitecturas habitables.
Botta concibe el mobiliario como extensión del cuerpo y de la arquitectura: objetos sobrios, gráficos, con una tensión controlada entre brutalismo y refinamiento. Su lenguaje visual —austero pero elegante, severo pero humano— ha influido en generaciones de diseñadores que ven en su obra una síntesis perfecta entre razón constructiva y emoción estética.




