
Sinéad
Ní Mhaonaigh
A Sinéad Ní Mhaonaigh le preocupan de forma innata las cualidades materiales de la pintura y el acto físico de pintar en sí. Se resiste a los confines de la alegoría y se compromete seriamente con la pintura como lenguaje autónomo. Al igual que a los poetas, a Ní Mhaonaigh le interesan la ambigüedad y los anacronismos. Se ha dicho de ella que es una pintora que sugiere más que representa. En las dos últimas décadas, Ní Mhaonaigh ha presentado exposiciones individuales cuyos títulos comprenden palabras singulares, derivadas de la lengua irlandesa, que describen el entorno vivido. Entre ellas se encuentran Struchtúr, Cnuasach, Imlíne, Eatramh, Imeall y Ardán, que se traducen al inglés como Structure, Cluster, Contour, Interval, Margin y Platform. Esta letanía de sustantivos sirve para subrayar las preocupaciones predominantes en su obra, relacionadas con la exploración y elaboración del espacio delimitado. Se puede interpretar en términos formales, como la construcción de una arquitectura pictórica, o como un gesto hacia espacios más simbólicos o enigmáticos. De hecho, más que abordar lo particular o lo parroquial, las pinturas de Ní Mhaonaigh logran una «apertura» del paisaje para considerar temas universales como el lenguaje, la ascendencia y las representaciones intemporales del lugar.





