Nacida y criada en Nairobi (Kenia), Thandiwe descubrió la fotografía a los 14 años, experimentando con la vieja cámara Nikon de su padre. Autodidacta, se sumergió en libros y tutoriales de vídeo, aprendiendo de todos los recursos que encontraba, ya que en Kenia no había ninguna escuela oficial de fotografía. A los 17 años ya trabajaba profesionalmente, y a los 23 había rodado su primera campaña publicitaria en solitario. En 2019 ya fotografiaba campañas para algunas de las mayores empresas de África Oriental.

Como única mujer que trabajaba en el sector de la fotografía publicitaria en Kenia, dominado por los hombres, Thandiwe se enfrentó repetidamente a cuestiones relacionadas con el papel de la mujer en la sociedad, el lugar de la tradición y su propia autopercepción. Estas experiencias inspiraron su primera obra, la serie Camo, un proyecto de reflexión cultural. Camo fue el catalizador que la llevó a ampliar los límites de su fotografía y a emprender un viaje artístico profundamente personal.

La obra de Thandiwe Muriu muestra la mezcla única de vibrantes tejidos, prácticas culturales e ideologías de belleza de África. Creando ilusiones surrealistas que no son manipulaciones digitales sino pura fotografía, se enfrenta a cuestiones relacionadas con la identidad y la autopercepción, al tiempo que trata de redefinir el empoderamiento femenino mediante la aplicación de los materiales que elige, como telas y objetos domésticos comunes.

Thandiwe Muriu es una artista con una trayectoria profesional muy atípica. Comenzó su carrera artística hace sólo tres años, pero su obra ya está representada en muchas de las principales colecciones privadas y públicas: La Fondation Gandur de Suiza, la colección UHODA de Bélgica, la colección Contemporary African Art de Pigozzi, la colección Carla y Pieter Schulting y la colección Allure de Suiza, así como la colección Joy Simmons, el Hood Museum y la Eleanor Crook Foundation. Además, numerosos museos (entre ellos el Moma, la Tate, el V&A y el Pérez) han adquirido sus obras.